Un día daba una clase a mis alumnos de Yoga acerca del tercer chackra. En el tercer chackra se incluyen cualidades como la fuerza de voluntad, el empuje para crear y manifestar el objetivo vital.
Y ahí me planteo, esto es como un círculo vicioso: si no tienes una autoestima sana (ojo! Autoestima sana no es lo mismo que demasiada autoestima y creerse el centro del Universo), no tendrás la fuerza, motivación o el empuje suficiente para manifestar tus objetivos.
Al mismo tiempo, ver que no llegas a tus objetivos (por falta de disciplina, de motivación, o el motivo que sea), merma la autoestima, debido a que la autoimagen que tu propio espejo interior te devuelve no es la que quisieras.
Te propongo unos ejercicios simples para solucionarlo:
- Vigilar muy bien cómo te hablas. En otras ocasiones lo he comentado, y no me canso de hablar de ello a mis alumnos. Es MUY importante no darte mensajes negativos. Cambiar el lenguaje (tanto hacia fuera como hacia dentro) con el tiempo es una muy buena herramienta para empezar a cambiar: nada de frases como “no puedo”, “no sirvo”, “no soy bueno”…busca otras frases: “estoy en ello”, “lo estoy haciendo”…Por supuesto la comunicación hacia fuera también es importante: nada de juzgar ni criticar a los demás. Las palabras son energía. Si cambias los mensajes negativos por otros positivos, te estás dando mensajes a de aceptación.
- Disciplina. La disciplina es muy buena si quieres hacer cambios en tu vida. Cualquier acción que implique disciplina te hace más constante. Puedes elegir una como meditar cada día. Además, si tienes objetivos hacia los que caminar, la disciplina te será imprescindible, pues con ella viene la constancia. Y con la constancia tienes mucho ganado.
- Acción. Si has trabajado los dos primeros, tienes ya mucho ganado para pasar a la acción. Sin acción no hay movimiento ni resultados. ¿Qué has pasado a la acción y no has conseguido el resultado que querías? Disciplina y constancia, quizá necesites otra acción diferente…tómalo como un reto y adelante.
Con esto cambiarás el círculo vicioso pero al revés. Ahora conforme más lenguaje positivo y disciplina, te vas haciendo más constante y vas consiguiendo pequeños (o grandes) resultados, mejor autoestima, fuerza de voluntad y ganas de mejorar y crecer.