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Siempre digo que dentro nuestro está la Diosa. Esto no es algo que yo haya descubierto; cuando empecé hace como 15 años en el Yoga, ya escuché eso de “la divinidad está dentro de nosotros”.
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Por supuesto dentro de cada uno está la parte divina, que son el Dios y la Diosa, porque todos, absolutamente todos, tenemos estas dos polaridades dentro.
Sin embargo, yo siempre hablo de la Diosa, ¿porqué? Muy sencillo: porque muchas la habíamos perdido.
Trabajo básicamente con mujeres (aunque muy feliz de que los hombres también anden encontrando a su Dios y Diosa) y por desgracia, hemos vivido una época en que hemos entregado nuestro poder, el que nos pertenece como mujeres, el que reconoce la Magia que hay en nosotras.
Cuando hablo de Magia, no estoy hablando de pociones, ni hechizos… estoy hablando de la Magia que producimos las mujeres dentro de las familias, de la sociedad, del propio entorno…las mujeres que han perdido su Magia, se convierten en personas grises, a las que ya pocas cosas les motivan, mujeres que prefieren destruirse a aceptar el castigo de la sociedad, y como no queremos que la sociedad nos castigue, preferimos hacer “lo que se espera de nosotras”, perdiendo a nuestra Diosa por el camino.
Si esta es o ha sido tu situación, ya no estás dentro de ti, sólo miras hacia el exterior; y te contaré un secreto: en el exterior no hay NADA, nada que te vaya a hacer recuperar tu poder y soberanía.
No busques modelos a seguir: sé tu propio modelo. ¿Has decidido no tener hijos? Bien, es tu decisión, no te sientas culpable por ello. ¿Piensas cortar tu relación (de amigo, de pareja, o el tipo de relación que sea) porque piensas que ya no te aporta nada? Bien, es algo natural y sano….sé tú misma, sé quien quieras ser. Y no te preocupes tanto por el “qué dirán” “van a decir que me he vuelto loca” ”me darán la espalda”…¡los demás ya están ocupados viviendo su propia vida! (o deberían estarlo, en mi opinión).
Nunca vas a gustar a todo el mundo, por mucho que te esfuerces. Además, cuando dedicas tu vida a ello, haces un desgaste enorme de energía que no sólo te va a agotar, sino que te va a sacar de tu centro, porque estarás viviendo hacia fuera, olvidándote de la persona más importante de tu mundo: tú misma.
Y ésa es tu responsabilidad. Y cuando encuentres a tu Diosa, ya no habrá marcha atrás.
“Cuando la Diosa está lista para volver a emerger, lo hace. No hay persona, ley ni institución que pueda impedirlo” – Marianne Williamson.
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