Suele considerarse el sentimiento de culpabilidad como una emoción negativa, que nos tortura. Sin embargo y en muchas ocasiones, esa es la forma disfuncional de la culpa.
Pero si comprendes su mecanismo, y aprendes a transformarla en algo útil para tu crecimiento, se convertirá en un aliado.
Esta es una emoción que cultural y generacionalmente y por muchos factores, va implícito más a menudo en las mujeres: culpa cuando decimos abiertamente y exigimos lo que realmente queremos (como lo hizo Lilith, una de los arquetipos de diosa que trabajamos en “Las Diosas en ti”), sentimiento de culpabilidad cuando decimos que no, si no estamos disponibles para quien quiera, y así un largo etcétera.
Esto que te menciono arriba, se nos dijo o estaba implícito en nuestra educación (aunque no se dijera así directamente, recuerda que aprendemos también cosas que “se suponen” o de las que tomamos ejemplo mientras crecemos), pero ahora puedes ver que poner remedio a esto es amor propio.
Ahora piensa que tienes el lícito derecho de querer disfrutar de tus derechos, como decir que no, pensar más en ti y no dejarte para la última, etc.
Se utilizó nuestro deseo de ser amadas para ponernos por debajo y mermar nuestra autoestima. Pero te diré una cosa: quien te ame de verdad, lo hará por quien eres, y no por tu disponibilidad, por que te adecúes tú siempre a sus deseos, etc.
Sin embargo…En todo sentimiento de culpabilidad, hay un culpable y un culpador, y la mayoría de veces, estas dos partes están dentro de ti. Una de tus partes ha dicho que has roto una norma (como por ejemplo pensar en tus deseos y llevar a cabo acciones para lograrlos), y por ello eres culpable. Y la otra parte se tortura por esa culpa de la que se siente responsable, ¿no es algo horrible?
Soluciones que puedes poner en práctica cuando sientas esto:
- Como la culpa surge cuando tienes dos opiniones de naturalezas diferentes, en la que puedes pensar dentro de tí “me gustaría hacer tal cosa”, y la otra opina “no puede ser porque la norma dice que no”, lo que puedes hacer es acercar posiciones desde tu parte culpable y la culpadora.
- Sé que no es fácil. Lo que sucede en muchas ocasiones, es que es necesario romper alguna norma o regla establecida (piénsalo; incluso muchas veces estas normas están solo en tu mente) para cambiar algo. Incluso puede que te sorprendas al ver que este conjunto de reglas o normas fueron establecidas en el pasado, por ti misma incluso. Y quizá ya sea momento de cambiar o rectificar alguna norma en vez de sentirte culpables, ¿no te parece?
- La culpa se convierte en disfuncional y te afectará mucho cuando, en vez de servir para corregir algo, agrava tu estado porque te torturas por ella. En estos casos, si es acerca de algo que ya pasó y no se puede cambiar, debes aprender a tomar la lección y perdonarte, algo también muy importante y de lo que ya hablaremos en otro artículo.
- Finalmente, decirte que si una mujer quiere sentirse empoderada, debe exigir ciertos cambios, debe saber qué quiere y no sentirse culpable por querer ser igual a los demás o desear ciertas cosas para mejorar su vida.
Así que mi consejo de hoy es: haz una lista de todo aquello por lo que sientes culpabilidad, y utilizando la información que te di en este artículo, intenta poner remedio, haz introspección y pon soluciones.
…Y si necesitas ayuda en tu proceso, tienes el curso “Las Diosas en ti” a tu disposición, en el que estudiamos e integramos este asunto y muchos más del universo femenino, haciendo un completo trabajo a nivel personal y espiritual.
En cambio, si prefieres que te acompañe en tu camino de crecimiento, tienes los packs de sesiones personales a distancia. Pondré a tu disposición mis conocimientos, y caminaremos juntas hacia tu bienestar y empoderamiento.