Una de las partes más importantes del desarrollo personal para ser exitosa es aprender a asumir la responsabilidad de tu propia vida.
A partir del momento en que lo haces, tomas conciencia de que tus decisiones (o el no haber decidido cuando debías hacerlo, dándole ése poder a alguien externo) te han llevado hasta donde estás. Y que en el futuro, a donde llegues dependerá de las nuevas decisiones que tomes.
Aparte de eso, te empodera y te sube la autoestima, pues ya no eres víctima de las circunstancias y personas que te rodean, sino que te conviertes en reina/rey de tu vida.
Un ejercicio estupendo para trabajar en ello es no quejarte: a partir de ahora, cuando suceda o te encuentres en una situación no deseada, en vez de quejarte, reflexiona qué te ha llevado hasta ahí, sin victimismo, sin quejas, asumiendo y aceptando tu parte de responsabilidad en ello.
A partir de ello, puedes tomar las acciones necesarias para cambiar la situación, eso sí, sin machacarte y sin echarte la culpa. Recuerda que eres la persona más importante de tu vida, y por ella debes hacer lo necesario para crecer y empoderarte.